Viajé a la Amazonía peruana
Cuando mi padre tomó la determinación de que debía estudiar en un internado a los 6 años en el corazón de la Amazonía Peruana en el Internado de Santa Clotilde Río Napo fue una noticia explosiva en la familia. Yo niña acostumbrada a viajar desde los 8 meses, no fue una tristeza sino más bien una sorpresa.
Primeramente, mi ropa debía estar marcada con mis iniciales y eso significaba colocar sobre una semilla de palta toda ropa el RSCT, luego me cortaron el hermoso cabello más corto, la hermana de mi mamá me hizo una hermosa ropa de baño de florecitas con bobos en la parte trasera, gorrito para el sol, salida de baño, un hermoso vestido de bordado para los domingos matinales de la iglesia, 3 sábanas blancas para la cama.
Hacíamos salidas a la selva para lecciones de sobrevivencia, en grupos teníamos que armar una fogata con ramas y leños, además de cocinar en medio de la nada, esta tarea era un momento que todas las niñas ponemos mucha atención ya que estábamos en media jungla; teníamos que hacer fuego y luego cocinar una comida con los ingredientes que llevamos y lo que encontrábamos allí.
Así que esa experiencia me enseñó mucho y a esa edad fui capaz de hacer todo eso y que me sirvió a lo largo de mi vida, ahora puedo armar una fogata en cualquier lado y me ha salvado en muchas ocasiones; de esa experiencia.
Esta magnífica lección de independencia que mis padres a esa edad me prodigaron y fortaleció mi vida posteriormente; quizá en este tiempo se pueda ver como una decisión muy dura y extrema para esa edad.