Cada día hablamos de corruptos, violadores, deshonestos, y delincuentes como si fueran seres de otro mundo; sin darnos cuenta que todas estas desviaciones se forman e incuban ante nuestros ojos y en nuestras propias casas.
En otras palabras, en este momento los cerebros y corazones de nuestros niños pueden estar incubando los más grandes antivalores o e imperfecciones de los futuros ciudadanos del Perú y del mundo.
Por esta razón deben tener mucho cuidado, a fin de tomar acciones de inmediato y formar valores concretos en sus vidas.
En este párrafo voy a mencionar algunas medidas de prevención y de salud pública mental, que nos urge tomar:
En primer lugar, más amor y menos tecnología acompañada de más creatividad, naturaleza, menos tiendas, restaurantes, cines y lugares de consumismo.
En segundo lugar, no paguen el buen comportamiento con objetos materiales sino con afecto, tampoco no se esfuercen en darles todo lo que piden, porque mañana no valorarán el dinero y serán consumistas.
En tercer lugar, no compren el amor de sus hijos con comida de la calle; más bien preparen con ellos algo saludable.
En cuarto lugar; no les hagan exhibicionistas con la ropa, enséñenles a tener lo necesario y básico.
En quinto lugar, no les griten porque mañana se convertirán en violentos
Y por último y lo más importante; que vivan en el mundo real, háblenles claro y díganles que existe un mundo diferente a la televisión y las películas.
Para resumir, debemos tener claro que nosotros los adultos, somos responsables con nuestras acciones.