Superando los ataques de ansiedad
Mis padres me llevaron a pasar consulta al médico de aquel pueblo de Mazamari, situado en la selva central de Satipo departamento de Junín, quien dio una explicación que no les convenció: Él dijo que el bazo se agrandaba y no dejaba bombear el corazón y eso hacía que no pudiese respirar. Bueno me recetaron una leche provista de vitaminas y minerales y tome cuanto frasco y se acababa uno tras de otro, pero no calmaba esta situación.
Si bien es cierto que lleve una vida sorteando esto y trate de ser feliz a pesar de todo pero sufrí mucho durante más de 30 años y por momentos hizo que tuviera una vida llena de episodios y situaciones que me hicieron tener miedo a la oscuridad, a la muerte a quedarme sola y toda esta ansiedad atrapó mi vida, en algunas oportunidades no podía lidiar con mi vida que sentía se me escapaba de mis manos y lo peor de todo es que no se lo puedes contar a tus amigos y a tu familia porque te avergüenza.