Madres, maestras de la vida
En ese tiempo las cocinas eran de kerosene con hornillas que papá había construido sobre un armario muy bonito, por lo tanto, la cocina queda alta para mi tamaño. Sin embargo, eso no fue impedimento para conseguir realizar la tarea de mamá. Esa fue mi primera relación con la cocina a esa edad, y para mamá un ejercicio de enseñanza aprendizaje que me dio muy pequeña.
Bueno ella me dijo: Coloca la silla, ¡ahora súbete, prende la cocina y coloca la leche.
Las mamás ejercen un liderazgo increíble en sus hijos; la mía era muy firme y era muy buena entrenadora y gracias a ella aprendí un sinfín de habilidades, desde pequeña.
A los 7 años me enseñó a hacer un buen arroz, cocía a máquina, lavaba ropa, en fin; nunca me puso límites y será que gracias a sus enseñanzas y determinación aprendí a hacer muchas cosas siendo pequeña, bajo su dirección dado a que era la mayor.
Ella fue muy sabia y me dio mucha seguridad en mi vida y consideraba que yo podía hacer de todo lo que una mujer más grande puede hacer.
¿Y saben porque mamá actuaba así?