Para empezar si hacemos reflexión vamos a encontrar que casi siempre la aprobación de nuestras acciones viene de parte de los que nos aman y quieren de verdad; ellos son familiares y amigos.
Sin embargo, ¿Que ocurre con ese otro ejército de personas que viven al pendiente de lo que haces también?,
Pero que se ponen un lente de aumento mucho mayor y así pueden ver con mayor claridad tus errores y equivocaciones
Por lo tanto, nosotros los llamamos literalmente en ocasiones “enemigos” y son oponentes, competidores, adversarios, rivales etc. serios en nuestra vida y con los que siempre andamos en conflicto y desacuerdo porque cuando intervienen echan por la borda cualquier esfuerzo nuestro.
Probablemente ante situación y en vez de actuar con negatividad o agresividad es mejor ser objetivos y lo suficientemente maduros emocionalmente como para tomar atención de lo que dicen y analizar si lo que estamos haciendo o diciendo está generando ese rechazo o esa fricción que provoca una reacción negativa en los demás.
Finalmente es muy importante lograr equilibrar y balancear los rechazos de los demás hacia nuestras acciones.
“Aun si alguien no estuviera de acuerdo con nuestro modo de pensar debe recibir una mención gratificante por sacar a flote un lado que pocos pueden observar y poner en evidencia.”