Cuando decidí sanar
Acostumbrada a una rutina y a tomar desayuno a las 5:30 am para llegar temprano a mi último trabajo formal por 14 años, mi mundo organizado se había derrumbado
Este momento maravilloso que estamos viviendo, aún cuando parece desalentador, ya que hay muchos ángeles en el cielo; puede ayudarnos con calma y poco a poco sanar alguna esfera de nuestra vida, también puede ayudar a sanar sus familias, sus relaciones, nuestra relación con el mundo exterior y con la naturaleza; y téngalo por seguro que si ustedes sanan: Sanará el mundo, cesarán muchas enfermedades, se ordenarán las cosas y así sanará la tierra, nuestro hogar.
Quizá a muchos les esté pasando lo mismo que a mí hace unos años o sus sueños era descansar, pero no de esta forma, sino cuando llegara sus vacaciones o su jubilación; hoy les digo no se sientan abatidos y solo déjense llevar por acciones simples y no se exijan.
En mi caso cuando mi cuerpo empezó a despertar y vivir en tiempo presente y de manera plena, empecé a sanar pues ese era el objetivo de parar laboralmente y lo primero que se activó fue el órgano de mis sentidos.
Empecé a respetar y bendecir el agua, el aire, la tierra, la luz que siempre habían estado ahí. Luego sentí necesidad de tomar atención a mi mundo espiritual y empecé a disfrutar la soledad, busqué ayuda espiritual ya que necesitaba sanar muchas cosas, luego fácilmente pude darme cuenta de mis errores, pecados, egoísmo, falta de perdón, mi falta de humildad, de mi mal carácter, de mi poca paciencia, de mi poca rígidez creada por mis funciones laborales, de no ser agradecida, del consumismo, de preocuparme por lo que hacen los demás, de ver el jardín ajeno y no el mío, de vivir las apariencias, etc.