Hay una canción de Santiago Benavides “De nada me vale” que dice:
“De nada me vale, sin amor las manos no ayudan a nadie, Si tengo la fe que mueve montañas y no tengo amor de nada me vale, Si doy lo que tengo incluso mi vida, y no tengo amor, de nada me vale“
Creo que el amor es la clave para todo, por eso me encanta escuchar a las personas, restaurar los matrimonios y motivarlos a creer y a amar lo que tienen, aunque sea poco; a aceptarse como son y a decir lo indispensable casi siempre.
Tengo mucha facilidad para inyectar energía con mi hablar simple y mis anécdotas de vida y lo que aprendí con el sufrimiento y la enfermedad. Hace un par de años comprendí que este era mi don y por eso es que dejé todo para dedicarme a esto.
El amor es una fuerza poderosa y por eso hoy me ofrezco a todas aquellas personas que me necesitan, pero en especial a aquellas que están desmotivadas, desenfocadas, despedidas, con dolor, sin motivación, problemas, estigmatizadas etc.
“Siempre me ofrezco para estar para cualquier persona, pues todo lo que me ha pasado ha sido una escuela que me ha dirigido a comprender a los demás, que cuando es necesario me brotan palabras para la ocasión perfecta, que viene de una inspiración divina y debo de ayudar a cuanto lo necesite.”